Así son
nuestras historias


Un nuevo ciclo para Osvaldo el que trabaja
Con el tiempo Osvaldo, el que trabaja, empezó a ser reconocido, debido a su actitud de servicio que aún conserva. “Osvaldo, es que esta silla está floja, es que el computador no me quiere prender, Osvaldo es que esto, Osvaldo es que aquello”, resolvía los inconvenientes de sus compañeros y compañeras desde el primer al cuarto piso de Dirección General. “Es que usted es muy madre”, le decía uno de sus jefes, porque siempre llegaba tarde cuando lo necesitaba, ya que se quedaba reparando lo que hubiese que reparar. “Pero es que igual lo tenemos que arreglar”, respondía Osvaldo a su jefe, justificándose.

Las causalidades que quiaron los caminos
Ese espíritu alegre es reconocido en Confiar, debido a su cercanía con la gente. “El paso de uno no debe ser como saltando piedras, si usted se lo disfruta, su paso va a ser maravilloso, porque le van a quedan un montón de recuerdos”.

¡A la brisa, el pecho!
A los 15 años organizó y lideró marchas estudiantiles, y claro, doña Celina y don Israel no conocían esta faceta «revolucionaria» de Adriana. A la mamá casi le da un soponcio cuando la vio encabezar estas revueltas y verla en un camión de militares yendo a imprimir boletines estudiantiles en una sede militar que, si mal no recuerda, se llamaba la Maporita, hoy perteneciente al municipio de Carepa.

Dar la sonrisa, la historia de Cristina
En los paisajes de Dabeiba y en su gente habitan aún los rastros de violencia, el desplazamiento forzado y los falsos positivos que dejó el conflicto armado. Para que nos hagamos una idea, el 82% de los habitantes de este municipio de Antioquia fueron víctimas de ese conflicto.

Alejandra y lo pequeño de la vida
Después de seis meses de desempleo, la administradora de empresas María Alejandra Vargas Ferro, una mujer de 31 años, con carácter decidido, llega a Confiar como asesora. Su vida ha tenido diversas paradas: nació en Ibagué, fue criada en Bogotá y está radicada en Yopal hace 16 años, de los cuales, 3 ha compartido con la Cooperativa Confiar.
El mundo laboral en Confiar
Con la misión de sintetizar lo que hace Confiar: Cooperativizar para el Bienvivir, como una expresión del quehacer financiero ligado de una manera especial y contundente a la cultura y lo social; se trabaja cada día para tener una Cooperativa donde trabajar sea una posibilidad para la realización personal y profesional.
Me brillan los ojos porque puedo ayudar a la gente
A sus 26 años esta mujer nacida en Manizales, residente en Dosquebradas, municipio aledaño a Pereira, es una de las Asesoras de esta oficina que desde noviembre de 2011 abrió las puertas a las y los pereiranos.
Lleva dos años y medio en Confiar y dice que: “ayudar a la gente es una de las cosas que más me gusta de mi trabajo. Me gusta mucho poder atender a personas que normalmente otras entidades financieras no lo hacen y ver que este es un modelo diferente al de los bancos”.
A John Jairo le brillan los ojos por Confiar
John Jairo nació en El Bagre Antioquia, municipio en el que acceder a las oportunidades laborales y educativas es complejo. Por eso desde que terminó el bachillerato y ante la muerte de su padre, sus hermanos decidieron unirse y pagar entre ellos la educación de John Jairo y su sostenimiento en Medellín.
A Yamile le brillan los ojos
“Yo iba pasando por la calle y vi que estaban adecuando una oficina donde funcionaría Confiar, le pregunté al ingeniero que estaba al frente de la obra y me dijo que mandara la hoja de vida. Lo hice y me contrataron en servicios generales; desde ese día Confiar creyó en mí y yo en mí Cooperativa”. Así relata Yamile Isabel Villamizar la relación que inició con Confiar en 2007, cuando se dio apertura a la oficina de Caucasia, en el Bajo Cauca Antioqueño.
Miguel Cano, llegó y se quedó
De sus 55 años, Miguel lleva 20 dedicados al servicio de los visitantes del Centro Recreativo El Paraíso “a donde llegué buscando trabajo cuando lo estaban adecuando y pude entrar de ayudante de un oficial, por 15 días; luego insistí que me quería quedar allá y me pusieron labores de manteamiento. Empecé con contratos por meses, hasta que me contrataron indefinidamente”, relata Miguel.
Confiar es conexión con lo que quiero
Daisy Sánchez, es en estos momentos la coordinadora de Gestión Humana de la zona Bogotá y Boyacá, pero antes de esto, ha acompañado a Confiar desde que empezó su presencia en Bogotá. Ella fue elegida por los compañeros, como una de las empleadas a quienes le brillan los ojos y hoy queremos compartir su historia.
A Lucy le brillan los ojos por Confiar
Lucy Estela Camargo León nació en Duitama hace 53 años y desde hace 25 años encontró en Confiar su segundo hogar. Aquí ha vivido las experiencias más significativas de su vida y esto le ha permitido desarrollar una gran vocación de servicio que la caracteriza y hace su vida más feliz.
El hombre mas "piquiao" de confiar
Recuerda con risa nerviosa la ocasión en que desafortunadamente los ladrones ingresaron a la oficina y robaron. “Eso fue hace muchos años, pero el susto fue grande porque entraron dos tipos y uno dijo que nos iban a atracar y yo no les creí, pero cuando iban a salir con la plata agarré a uno, el otro se devolvió y me dijo que si me iba a hacer matar, entonces las compañeras asesoras insistieron en que lo soltara y me tocó hacerlo”, comenta Sergio con la tranquilidad que dan los años y después de vivir una experiencia de esa índole. Aunque también aclara con énfasis que “fue la única vez que nos robaron”.